Biografía Lectora de Pedro Salcedo
Los libros me han acompañado en cada una de las etapas de mi vida, motivo por el cual he querido comenzar esta semblanza en uno de los momentos más significativos, cuando he vuelto a leer los cuentos infantiles junto a mi nieto Matías. Sin duda es volver a la infancia, la fantasía nuevamente se apodera de mis pensamientos y busca las palabras adecuadas para explicar esa dimensión en la que habitan las marionetas y las hadas, de forma incomprensible a un adulto. Nunca imaginé volver a estas lecturas, he vuelto a recordar mis primeros años de vida, con las locuras de Pinocho, Papelucho o la Mafalda.
No recuerdo bien el momento en que mi interés fue cambiando, pero la etapa de las historietas fue grandiosa, un sin número de aventuras de animales inundaron mis días, desde un pajarraco loco, hasta una pantera rosa, me acompañaron por años. Los superhéroes, que convierten a un niño en inmortal y le entregan poderes sobrenaturales, fueron grandes compañeros de aventuras en las tardes de juegos.
Mi adolescencia, fue otro de los momentos significativos que me marcó, entregándome gracias a la lectura, acceso a momentos históricos y países lejanos que probablemente nunca conoceré. Recuerdo como el libro Éxodo o La Hora 25, me mostraron las atrocidades de la guerra y el exterminio, como los libros de Dostoievski (Los Hermanos Karamasov, Crimen y Castigo o El Jugador) fueron parte de esas lecturas, permitiéndome conocer otras culturas o la psicología del ser humano. Como todo adolescente que busca una identidad, me sumergí en todo tipo de libros, Lobsang Rampa con el “Tercer Ojo” o “Cosmos” de Carl Sagan, lo que demuestra la diversidad de lecturas que me llevaron a una línea que se mantuvo por años.
La ciencia despertó mi interés y en ella encontré explicación, reflexión y calma. Isaac Asimov, me permitió conocer la ciencia ficción, a través de relatos de otros mundos, poblados por seres sorprendentes o por robots los cuales estaban programados para servir al hombre. En ese momento, comprendí que la fantasía se había despertado en mí nuevamente y el interés por comprender esos mundos y la tecnología me llevarían a elegir mi profesión. Años más tarde, con otras lecturas, me convertí en un científico, especialista en Inteligencia Artificial y Profesor de Matemática y Física.